Conclusión
Desde el fin de la Guerra mundial, las administraciones de Estados Unidos concentraron su política exterior en su conflicto con la Unión Soviética, y en sus relaciones con la Alianza Atlántica y Japón. México era un vecino estable que sólo requería de una atención esporádica y un discurso benévolo. Pero al finalizar la administración de Adolfo Ruiz Cortines ya eran evidentes algunos problemas que continuarían agravándose en las siguientes. Durante la década de 1970 la relación entre México y Estados Unidos no fue buena debido a diversos factores:
- La imposición de un arancel adicional del 10% a todas las importaciones, para reducir el déficit de la balanza comercial.
- El cierre de los cruces fronterizos con México, para detener la entrada de droga.
- El acercamiento de México con los gobiernos de Chile y Cuba.
- El avance de la "Détente"; Entre más avanzaba la “Détente“ entre la URSS y EUA, y entre EUA y China, más inflexible era la posición de EUA en América Latina.
Estos factores hicieron que creciera la tensión entre México y Estados Unidos, posteriormente en la década de 1980 la elección presidencial en Estados Unidos y el subsiguiente advenimiento de la administración de Ronald Reagan no modificaron, de manera inmediata, las directrices de política exterior mexicana marcadas por el presidente López Portillo.
Al acercarse el fin de las gestiones presidenciales de Miguel de la Madrid y de Ronald Reagan en Estados Unidos, en 1987, el balance de la relación bilateral no era el mejor. S i bien en los temas de la agenda economica se habían acercado, las diferencias en las agendas de política exterior y de problemas estructurales se habían agravado, y ademas, las críticas públicas al sistemas mexicano en Estados unidos añadían un elemento más de tensión.
Presentaciones
Estados Unidos
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