Conclusión
Las riquezas naturales, la historia y los avances del siglo
pasado no han sido suficientes para tener hoy día niveles de vida semejantes a
los de los países con menos recursos naturales, historia, o incluso variedad
gastronómica.
Tenemos en primer lugar un pastel de tamaño insuficiente
debido al poco crecimiento de las últimas décadas. Además, el reducido pastel
esta mal distribuido, lo cual implica necesariamente que hay un grupo alto de
personas que reciben ingresos por debajo de lo mínimo necesario para una
subsistencia decorosa y justa: un alto porcentaje de la población en México
vive en la pobreza.
Es necesario avanzar en muchos frentes para abonar el
crecimiento económico. El motor directo del crecimiento es la inversión, tanto
nacional como internacional. La inversión expande la capacidad productiva de
los países incrementando su frontera de posibilidades de producción. La
inversión implica ahorrar hoy para obtener ganancias mayores en el futuro. Pero
la inversión no se da por acierto. El inversionista busca obtener beneficios
concretos de su inversión y no estará dispuesto a arriesgar el capital si no
existen condiciones necesarias para afrontar el riesgo natural que implica
invertir.
México necesita transformar sus instituciones y ajustarlas a
la nueva realidad. Si lo logramos podremos transformar los activos, riquezas ,
historia y costumbres del país en beneficios concretos para la mayoría de sus
habitantes. La vida cotidiana sería más rica aún para todos. Si no hacemos esto
pronto el futuro de las próximas generaciones se verá aún más pesimista que el
nuestro y sólo nos quedaran los recuerdos del país que pudo ser, un poco de
orgullo y un poco de nacionalismo, pero que no ayudarán en nada a mejorar el
nivel de vida de nuestros hijos
Infografía
No hay comentarios:
Publicar un comentario