domingo, 19 de octubre de 2014

El Desarrollo Económico en México

- Gonzalo Hernández Licona, El Desarrollo Económico en México

Conclusión


Las riquezas naturales, la historia y los avances del siglo pasado no han sido suficientes para tener hoy día niveles de vida semejantes a los de los países con menos recursos naturales, historia, o incluso variedad gastronómica.
Tenemos en primer lugar un pastel de tamaño insuficiente debido al poco crecimiento de las últimas décadas. Además, el reducido pastel esta mal distribuido, lo cual implica necesariamente que hay un grupo alto de personas que reciben ingresos por debajo de lo mínimo necesario para una subsistencia decorosa y justa: un alto porcentaje de la población en México vive en la pobreza.

Es necesario avanzar en muchos frentes para abonar el crecimiento económico. El motor directo del crecimiento es la inversión, tanto nacional como internacional. La inversión expande la capacidad productiva de los países incrementando su frontera de posibilidades de producción. La inversión implica ahorrar hoy para obtener ganancias mayores en el futuro. Pero la inversión no se da por acierto. El inversionista busca obtener beneficios concretos de su inversión y no estará dispuesto a arriesgar el capital si no existen condiciones necesarias para afrontar el riesgo natural que implica invertir.

México necesita transformar sus instituciones y ajustarlas a la nueva realidad. Si lo logramos podremos transformar los activos, riquezas , historia y costumbres del país en beneficios concretos para la mayoría de sus habitantes. La vida cotidiana sería más rica aún para todos. Si no hacemos esto pronto el futuro de las próximas generaciones se verá aún más pesimista que el nuestro y sólo nos quedaran los recuerdos del país que pudo ser, un poco de orgullo y un poco de nacionalismo, pero que no ayudarán en nada a mejorar el nivel de vida de nuestros hijos

Infografía

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